En realidad el título es mas largo, «I Reencuentro de la Escuela Cántabra de Fotografía de Naturaleza y Rincones de Cantabria» y cuyo cartel de presentación es este:

Este evento, y como muy bien titula en su blog Rincones de Cantabria, no tuvo otro fin que crear «un fin de semana para el recuerdo» (pinchando en el enlace se puede ver la entrada), y cuya frase mas repetido por los participantes fue: «esto hay que repetirlo. Posteriormente a la llegada de los participantes, los saludos celebrando el reencuentro y una buena cena, hubo visionado de trabajos que presentaron algunos de los compañeros.

Para comenzar el sábado por la mañana qué mejor que pegarnos un buen madrugón para subir a contemplar el bello espectáculo del amanecer desde el collado de Llesba, de esta forma se abre el apetito y después de un suculento desayuno de vuelta al albergue, la mañana transcurrió entre paseos fotografiaos, mariposas, tertulias, vermús, buenas tapas, y hubo alguien que incluso realizo una vía ferrata próxima a la zona. La tarde que transcurrió de igual forma relajada y con tan buen ambiente, proporcionó mas visualizaciones de trabajos tanto de paisaje como de fotografía nocturna, dando paso a la llegada de la cena, para después poner en practica esas enseñanzas, trasladarnos hasta Cabañes, antiguo lugar donde se celebraron aquellos cursos que este reencuentro conmemora, y seguir disfrutando de una noche inolvidable.

En esta fotografía se puede ver el pueblo de Cabañes, lugar dónde se encontraba el albergue en el que se desarrollaban los cursos organizados tanto por la ECFN como por Rincones de Cantabria, bajo un espectacular cielo nocturno en una noche mágica.

Llegado el domingo y después de seguir disfrutando de este ambiente creado tan especial entorno a este reencuentro, también llega la hora de las tristes despedidas, pero oyendo por todos lados que: «esto hay que repetirlo».

Foto para el recuerdo de todos los participantes en el nuevo Albergue de Villaverde.